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LIBRO DÉCIMOSEXTO


CAPÍTULO I

Si después del Diluvio, desde Noé hasta Abraham, se hallan algunas familias que viviesen según Dios.


• Después del Diluvio, si los vestigios y señales del discurso y camino de la Ciudad Santa se continuaron ó se interrumpieron con la intervención de los tiempos perversos, de conformidad que no hubiese hombre que reverenciase y adorase á un sólo Dios verdadero, es problema difícil de averiguar exactamente; no habiendo otras noticias que las que nos suministran las historias, porque en los libros canónicos posteriores á Noé, que con su esposa, sus tres hijos y sus tres nueras mereció salvarse en el arca de la ruina universal del Diluvio, no ballamos que la Sagrada Escritura celebre con testimonio evidente é infalible la piedad y religión de ningún hombre hasta Abraham, á excepción de que mismo Noé nos alaba y recomienda sus dos hijos Sem y Japhet en una bendición profética, fijando la vista y vaticinando lo que, transcurridos muchos años, había de suceder. Por esto también á su hijo mediano, esto es, menor que el primogénito y mayor que el último, que había pecado contra su padre, le maldijo, no en su propia persona, sino en la de su hijo y nieto desde Noé, con estas terribles palabras: «Maldito será el joven Canaam,

Tomo III.
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