Página:La ciudad de Dios - Tomo III.pdf/224

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
222
San Agustín

uno y lo otro, ante y contra: en atención á que esta misma palabra se halla en el real profeta (1): «lloremos ante el Señor que nos crió», y la misma en el libro de Job (2), donde dice: «has rebosado tu furia contra Dios»»: así pues, se debe entender aquel gigante cazador contra Dios. ¿Y qué significa este nombre cazador sino un engañador, opresor y consumidor de los animales terrestres? Levantaba, pues, él y su pueblo la torre contra Dios, con que se nos significa la impía y maligna so—berbia, y con razón se castiga la mala intención, aún cuando no pudo. ¿Cuál fué el género del castigo? Como el dominio y señorío del que manda consiste en la lengua, en ella fué condenada la soberbia, para que no fuese entendido de los hombres cuando los ordenabea algo, porque él no quiso entender y obedecer al mandamiento de Dios. Así se deshizo aquella conspiración, dejando y desamparando cada uno aquel á quien no entendía, y juntándose sólo con aquel con quien podía hablar; y por medio de las lenguas se dividieron las gentes, y se esparcieron y derramaron por el mundo como á Dios le pareció conducente, quien lo hizo así por modos ocultos, secretos é incomprensibles para nosotros.



CAPÍTULO V

Cómo descendió el Señor á confundir la lengua de los que edificaban la torre.


Y dice la Sagrada Escritura (3): «descendió el Señor á ver la ciudad y torre que edificaban los hijos de los hombres»; esto es, no los hijos de Dios, sino aquella (1) Salmo 94. Et ploremus ante Dominum, qui feci nos.

(2) Job., cap. XV. In furorem erupisti contra Dominum.

(8) Génesis, cap. XI. Et descendit Dominus videre civitatem, el turrim, quam ædificaverunt filii hominum.