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La ciudad de Dios

CAPÍTULO XIII

Cuál fué el primer castigo dela culpa de los primeros hombres.


Apenas quebrantaron nuestros primeros padres elprecepto, cuando los desamparó luego la divina gracia y quedaron confusos y avergonzados de ver la desnudez de sus cuerpos; y así también, con las hojas de higuera, que fueron acaso las primeras que, estando turbados, hallaron á mano, cubrieron sus partes vergonzosas, que antes, aunque eran los mismos miembros, no les causaban vergüenza. Sintieron, pues, un nuevo movimiento de su carne inobediente como una pena recíproca de su obediencia; porque ya al alma que se había deleitado y usado mal de su propia libertad, y se, había desdeñado de obedecer a Dios, la iba dejando la obediencia que le solía guardar el cuerpo; y porque con su propia voluntad y albedrío desamparó al Señor, que era superior, al criado, que era su inferior, no le tenía á su albedrío, ni del todo tenía ya sujeta la carne como siempre la pudo tener, si perseverara ella guardando la obediencia y subordinación á su Dios: entonces, pues, la carne comenzó á desear contra el espíritu, y con esta batalla y lucha nacimos, trayendo con nosotros el origen de la muerte, y trayendo en nuestros miembros y en la naturaleza viciada y corrupta la guerra continuada con ella ó la victoria contra el primer pecado.