I LA CIUDAD DE DIOS 295 una hija, sin haber deseado ilícitamente á ninguna de ellas, porque vino con intención de casarse con una; pero como le supusieron una por otra, tampoco desechó aquella con quien, ignorándolo, había dormido, por no parerer que la dejaban burlada, y siendo en tiempo que ninguna ley le prohibía el tener muchas mujeres por causa de la propagación y multiplicación de los hombres, vino á recibir también por mujer á aquella á quien solamente había dado palabra y fe del futuro matrimonio, la cual, siendo estéril, dió á su marido una esclava suya para tener hijos en ella; é imitando esto, su hermana mayor, aunque ya había concebido y parido, hizo otro tanto, porque deseaba tener muchos hijos. No se lee, pues, que pidiese Jacob sino una, ni conoció carnalmente á muchas, sino con el fin de procrear hijos, guardando au respectivo privilegio al matrimonio, de conformidad que aun esto no lo hubiese hecho si sus mujeres que tenían legítima potestad sobre el cuerpo de su marido, no se lo rogaran.
CAPÍTULO XXXIX
Tuvo Jacob en sus cuatro mujeres doce hijos y una hija; después entró en Egipto, porque su hijo José, habiendo sido vendido por sus envidiosos hermanos y conducido á Egipto, llegó á conseguir aquí grande elevación y dignidad. Llamábase Jacob, como dije poco antes, por otro nombre Israel, de cuyo nombre se llamó más comúnmente el pueblo que descendió de él, el cual se lo puso el ángel cuando luchó con él en el camino,
