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San Agustín

espiritual, si puede, ó que no confiese que lo debe referir el que puede?



CAPÍTULO IV

De cómo se hguró la mudanza del reino de Israel y del sacerdocio, y de lo que antes de este suceso profetizó la madre de Samuel, representando la persona de la Iglesia.


El discurso y progresos de la Ciudad de Dios, luego que llegaron los tiempos de los reyes, cuando David, habiendo Dios reprobado á Saul, alcanzó el reino, de forma que en lo sucesivo sus descendientes por una dilatada sucesión reinaron en la terrena Jerusalén, nos dió una figura representativa con lo que sucedió, significándonos y comunicándonos (lo que no debe pasarse en silencio) la mutación de las cosas futuras, en cuanto á los dos Testamentos, Viejo y Nuevo, cuando se llegó á mudar el sacerdocio y el reino por el sacerdote y rey nuevo y eterno, que es Cristo Jesús. Porque reprobando al sacerdote Heli, y substituído en el servicio y ministerio de Dios por Samuel, que juntamente ejerció el oficio de sacerdote y de juez, y desechando á Saul, y establecido David en el reino, figuraron y representaron lo que digo. También la misma madre de Samuel, llamada Ana, que primero fué estéril y después se vió alegre con la fecundidad que Dios la concedió, no parece que vaticina otra cosa, cuando llena de contento dió al Señor las gracías, al tiempo que le vuelve el mismo niño ya criado y destetado, con la misma devoción que se lo había ofrecido, porque dice, así (1): «Confirmose (1) Lib I, Regum, cap. XVI.