Página:La ciudad de Dios - Tomo III.pdf/32

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
30
San Agustín

por su invicta voluntad con que puede hacer que ni lo engendrado se corrompa, ni lo compuesto se resuelva, sino que perseveren incorruptiblemente? Y si es verdad ó no lo que en este particular dice Platón de las estrellas, es otra cuestión: porque no hemos de conceder le incontinenti que estos globos resplandecientes ó estas estrellas que con su luz corpórea alumbran ó de día ó de noche la tierra, viven con sus almas propias, y estas intelectuales y bienaventuradas, lo cual asimismo constantemente afirma del mismo mundo, como de un animal inmenso donde se contienen todos los demás animalés: pero esta (como llevo insinuado) es otra cuestión, la cual no tratamos por ahora de averiguarla; sólo quise insinuarla para refutar á los que se glorían de ser llamados platónicos, ó quieren seguir au doctrina, y por la vanidad y soberbia de este nombre se ruborizan de ser cristianos, porque tomando el apellido común con el vulgo, no se les disminuya y apoque el de los del palio filosófico, que viene á ser tanto más vano cuanto es menor el número que se halla de ellos, y buscando que tachar y reprender en la cristiana doctrina, dan contra la eternidad de los cuerpos, como .si fuera entre si contradictorio el que indaguemos la bienaventuranza del alma y queramos que ésta esté siempre en el cuerpo, como encerrada en una molesta y miserable prisión; confesando au jefe y maestro Platón que es merced y beneficio que el sumo Dios hizo á los dioses formados de su mano que nunca mueran, esto es, que nunca se separen y dividan de los cuerpos con que una vez los juntó.