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San Agustín

aun después de habérgenos manifestado con tanta evidencia el prometido, con admirable y extraordinaria ceguedad dicen que todavía aguardan otro. Es positivo que también en Salomón se representó cierta semejanza y figura de lo futuro, en cuanto edificó el templo, y tuvo paz conforme al significado de su nombre (porque Salomón quiere decir pacifico), y á los principios de su reinado procedió con cordura, y sus operaciones fueron dignas de grandes elogios. En su persona, como sombra de lo futuro, figuraba á Cristo Señor nuestro; más no era Cristo. Y así la Escritura dice de él ciertas cosas, como si de él se hubieran profetizado, porque vaticinando la Sagrada Escritura los sucesos que se han efectuado, en cierto modo nos dibuja en él una figura de lo venidero; pucs además de los sagrados libros, donde se relaciona que reinó también, el Salmo 71 se intitula de su mismo nombre, donde se insinúan tantos presagios, que de ningún modo pueden convenirle, y sí sólo á nuestro Señor Jesucristo, á quien con toda congruencia se acomodan, mostrando que en Salomón se nos delineó originalmente la figura del Salvador, y en Cristo se nos representó la misma verdad. Bien claros están los términos y límites en que se incluyó el reino de Salomón, y, sin embargo, se dice en el Salmo, omitiendo otras particularidades en él contenidas (1): «que su reino y dominio se dilataría de mar á mar, y desde el río hasta los términos y fines del orbe de la tierra»: todo lo cual notamos que va veriticándose en Cristo; porque desde el río comenzó á reinar, bautizado por San Juan, y mostrado por éste á los discípulos, quienes le llamaron, no solo Maestro, sino también Señor. No principió á reinar Salomón, en vida de su padre Davidlo cual á ninguno de los reyes de Israel ocurrió, sino (1) Salmo 71.

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