Página:La ciudad de Dios - Tomo III.pdf/352

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
350
San Agustín

CAPÍTULO XII

A qué persona debe entenderse que pertenece la petición de las promesas de que hace mención en el Salmo cuando dice: ¿dónde están, Señor, tus antiguas misericordiae? Pero de todo lo demás que insinúa este Salmo, donde se lee (1): «¿Dónde están, Señor, aquellas tus antiguas misericordias y promesas que juraste á David por tu verdad? Acuérdate, Señor, del oprobio que padecen tus siervos que llevé en mi seno de mano de muchas naciones.
¿Con qué nos zahirieron tus enemigos, Señor? ¿Nos zahirieron con la mudanza de tu Cristo? Con razón se puede dudar si dice esto en persona de aquellos israelitas que deseaban se cumpliese la promesa que hizo Dios á David, o si se dice en persona de los cristianos, que son israelitas, no según la carne, sino según el espíritu; porque esto ae dijo ó escribió en tiempo de Ethan, de cuyo nombre se intituló este Salmo; en aquel mismo tiempo fué el reino de David, y conforme á esta explicación, no diría: ¡¿Dónde están aquellas tus antiguas misericordias, las que prometiste y juraste á David por tu verdad? si el profeta no transformara en síla persona de los que habían de venir al mundo mucho después, respecto de quienes pudiese ser antiguo este tiempo en que se hizo tal promesa al rey David. Puede entenderse que muchos gentiles, cuando perseguían á los cristianos, les zalerían con ignominia la pasión de Cristo, á la cual la Sagrada Escritura llama commutationem, mudanza, porque muriendo se mudó é hizo inmortal. Puédese también tomar porque se les haya zaherido á loa israelitas la mudanza de Cristo, es á saber, (1) Salmo 88.