Página:La ciudad de Dios - Tomo III.pdf/48

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
46
San Agustín

«has si aquel espíritu que resucitó á Jesucristo de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó á Cristo de entre los muertos vivificará también vuestros cuerpos mortales por el espíritu de Dios, que habita en vosotros». Así que, entonces será espíritu vivificante el cuerpo que ahora tiene alma viviente; y, sin embargo, le llama el apóstol muerto, porque está ya constituído en la dura necesidad de morir. Pero en el Paraíso, de tal modo era el alma viviente, aunque no espíritu vivificante, que no se podía decir con propiedad, muerta, por cuanto no podía tener necesidad de morir, sino es cometiendo el pecado. Habiéndonos Dios significado cuando dijo: ¿Adán, adónde estás? la muerte del alma que se efectuó desampárandola el Señor; y cuando dijo: tierra eres, y á la tierra volverás; la muerte del cuerpo que se verifica al separarse el alma del cuerpo, debemos creer que no hizo mencion de la muerte segunda, porque quiso que estuviese oculta por causa de la dispensación del Nuevo Testamento, donde expresamente se nos maniflesta la muerte segunda para que primero se nos hiciese ver que aquella primera muerte, que es común á todos, vino y procedió de aquel pecado que en uno fué común á todos; pero la muerte segunda no es común á todos, propter eos, qui secundum propositum vocati sunt sancti, quos ante præscivil, et prædestinavit, conformes fieri imaginis filii sui, ut sit ipse primogenitus inmultis fratribus: «por aquellos que según el propósito y elección divina son llamados á la santidad, á los cuales antevió y predestinó, como dice el apóstal, que fuesen conformes á la imagen de su Hijo, para que el fuese el primogénito entre muchos hermanos», á quienes la gracia de Dios, por el mediador, liberté de la segunda muermortuis, vivificavit, et mortalia corpora vestra per inhabitatem Spiritum ejus in vobis.