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San Agustín

la muerte segunda, sino que por eso dijo todos, en los unos y en los otros, en los que mueren y en los que vivirán; porque así como ninguno muere en cuerpo animal si no es en Adán, así ninguno revive y resucita en cuerpo espiritual si no es en Cristo. Por eso por ningún motivo debemos imaginar que en la resurrección hemos de tener el cuerpo de la misma cualidad que le tuvo el primer hombre antes del pecado; ni aquella expresión con que dice: qualis terrenus, tales et terreni: «que cual es el terreno, tales serán también los terrenos», debe entenderse según lo que se hizo, cometiendo el pecado; porque no debemos pensar que antes que pecara tuvo cuerpo espiritual, y que por el pecado y su mérito se mudó en animal. Los que así opinan atienden poco á palabras de un tan ilustre doctor, que dice: si est corpus animale, est et spirituale, sicut scriptum est, primus homo Adam factus est in animam viventem, «si hay cuerpo animal, hay también cuerpo espiritual, como leemos en el Génesis, que hizo Dios al primer hombre alma viviente después del pecado»: ¿fué acaso después de la culpa, cuando éste era el primer estado del hombre á que alude el santo apóstol, para demostrar que era cuerpo animal, tomando dicho testimonio de la ley?



CAPÍTULO XXIV

Cómo debe entenderse aquel soplo de Dios con que hizo al primer hombre alma viviente, ó aquel de Cristo nuestro Señor, cuando dijo: tomad el Espiritu Santo.


Del mismo modo entendieron algunos con poca consideración aquellas palabras: inspiravit Deus in faciem ejus spiritum vite, et factus est homo in animam videntem,