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San Agustín

que es cuerpo, la puede compeler y forzar á que vuelva al cuerpo; y así también, por confesión de ellos, el alma no sólo se altera y turba movida de la carne, de manera que desee, tema, se alegre y entristezca, sino que también de suyo y de sí propia puede moverse con estas pasiones.

CAPÍTULO VI De la calidad de la humana voluntad, según la cual las pasiones del alma vienen & ser ó malas ó buenas Pero lo que importa es que tal sea la voluntad del hombre, porque si es mala, estos movimientos serán malos, y si es buena, no sólo serán inculpables, sino dignos de elogios, mediante que en todos ellos hay voluntad, 6, por mejor decir, todos ellos no son otra cosa que voluntades, porque, ¿qué otra cosa es el deseo y alegría sino una voluntad conforme con las cosas que queremos? ¿Y qué es el miedo y la tristeza sino una voluntad disconforme á las cosas que no queremos?

Pero cuando nos conformamos deseando las cosas que queremos, se llama deseo, y cuando nos conformamos gozando de los objetos que nos son más agradables y apetecibles, se llama alegría, y asimismo cuando nos es menos conforme y huímos de lo que no queremos que nos acontezca, tal voluntad se llama miedo, y cuando nos desconformamos y buímos de lo que contra nuestra voluntad dos sucede, tal voluntad es tristeza, y sin duda alguna que según la variedad de las cosas que se desean ó aborrecen, así como se paga de ellas ú ofende la voluntad del hombre, así se muda y convierte en estos ó aquellos afectos; por lo que el hombre