Página:La música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust.djvu/132

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opio, que era una embriaguez más real, más fecunda, al menos tal como yo lopresentía. Pero no es posible que una escultura, una música que da una emoción que sentimos más elevada, más pura, más verdadera, no corresponda a cierta realidad espiritual, o la vida no tendría ningun sentido. Así, nada más parecido que una bella frase de Vinteuil a ese placer especial que yo había sentido algunas veces en mi vida, por ejemplo, ante las torres de Martinville, ante ciertos árboles de un camino de Balbec o, más sencillamente al comenzar esta obra, bebiendo cierta taza de té (V, 406-407), (lll, 374). la simple alegría nerviosa de un hermoso tiempo o de una noche de entre la realidad del arte (de la música esp zcialmente) y la hipótesis de Ia existencia y posible inmortalidad del alma. No podría ser que lo que experimentamos en la música no tuviese correspondencia en alguna realidad espiritual. Se advierten las resonancias de la concepción bergsoniana del arte como documento de la metafísica, a la que ya nos hemos referido. Esta tesis proustiana está condicionada porque podría ocurrir que la vida no tuviera ningún sentido. Sin embargo, las experiencias artísticas parecen tenerlo. La segunda tesis (“nada más parecido") restablece la vinculación entre la frase de Vinteuil yel placer especial de las torres de Martinville y la hilera de árboles de Balbec. Estas impresiones, como vimos, no han pasado por el recuerdo. Pero luego se agrega la reminiscencia de la magdalena. También es interesante la referencia a la escultura, que lleva principalmente a las iglesias de Combray, San Andrés del Campo, Balbec. Estas manifestaciones arquitectónicas y escultóricas, parecen ser consideradas con vínculos con la música. Pero a continuación el texto señala la diferencia fundamental entreiia impresión musical y la reminiscencia de la magdalena. Como la experiencia dela magdalena, que ya ha sido vivida y como sensaciones de luz, claros rumor_es, la música de Vinteuil enviada "desde el mundo donde compone", pasa con insisten- cia ante nuestra imaginación, pero demasiado rápidamente para que pueda ser aprehendida, lo que podría compararse también con "la seda embalsamada de un geranio". Y entonces aparece la diferencia fundamental. 133 En rigor, encontramos aquí dos tesis. La primera establece la vinculación