profundizarse, al menos precisarse en el recuerdo, gracias al punto de referencia de ciertas circunstancias que explican por qué cierto sabor puede recordarnos sensaciones luminosas, las sensacionesvagas que nos da Vinteuil, al venir no del recuerdo, sino de una impresión (como las torres de Martinville), habria que encontrar, de la fragancia de geranio de su música, no una explicación material sino el equivalente profundo, la fiesta desconocida y animada (de la que sus obras parecian fragmentos dispersos, vidrios rotos de bordes escarla- ta), modos según los cuales "oía" y proyectaba él fuera de sí el universo (V, 407), (III, 375). .. .S ó|o que mientras que ese algo vago puede, si no Pues la música llega al receptor como impresión y no como recuerdo. La experiencia de la magdalena ha podido ser vivida, en su apertura de un mundo infantil, por ser retenida y elaborada por la memoria involuntaria, en su tarea metafórica entre dos impresiones en busca "del punto de referencia”, de lo común a ambas, la esencia fuera del tiempo. Esto no parece posible justamente para aquellas impresiones musicales vagas, que han sido consideradas como las más importantes. Sin embargo, los campanarios con que se compara la música de Vinteuil han sido tratados literariamente por el héroe, que no ha dado de ellos una explicación material, sino un equivalente espiritual profundo. Llamativamente, ése es el artículo que el héroe desea ver publicado, lo que todavía no ha ocurrido. Cabe pensar entonces que las impresiones musicales, como los campanarios de Martinville, ytodas las otras impresiones, pueden ser representadas en un equivalente espiritual literario, cuestión que se decidirá en la estética de El tiempo recobrado. Pero esto señala, entonces, la importancia del modo del ser del arte, las especificidad de cada arte (que Proust sostenía contra Ruskin desde La Biblia de Amienslm y sobre todo la necesidad de una concepción de la literatura adecuada, es decir, no. imitativa de la naturaleza aparente, de las relaciones cristalizadas por el hábito. No obstante queda una cuestión sin aclarar: las impresiones vagas y profundas, que no se logran retener, y que son la dimensión más metafísica de la música, y que no pasan por el recuerdo previo a la literatura, ¿también podrán ser 134 La fugacidad de las impresiones musicales impide su elaboración y fijación.
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