provengan del recuerdo originariamente. e) podemos por el olvido aislarlas, para que queden en nuestro inconsciente y reaparezcan espontáneamente. f) pueden perderse definitivamente en la memoria y’ no ser recuperadas. g) podemos,a pesar de recordarlas, no descifrarlas, como los árboles de Balbec, durante el paseo con la señora de Villeparisis, que nunca se comprenden en su significado. d) las otras penetran en nuestro espíritu, aunque no debe dirigirse hacia ellas, es decir hacia si mismo. Mas la preservación por la memoria no impide que el discurso interior se vuelva oblicuo, y el esfuerzo del escritor consista en enderezarlo hacia la primera impresión, hacia la originaria, única garantía de verdad. Hay aqui resonancias de la distinción de Hume entre impresiones e ideas”? Es conveniente destacar la diferencia entre impresiones y verdades de la inteligencia (que constituyen el tercer material de Ia obra literaria y artística en general). El libro interior de signos desconocidos es el único dictado por la realidad yel que el escritor debe traducir sin arbitrio, porque lleva la huella de Ia impresión que nos ha hecho la realidad. Desde ese libro interior el artista reconstruye la realidad y la vida. Las ideas de Ia inteligencia sólo tienen una verdad lógica, como en Hume las relaciones entre ideas. La impresión es el criterio de verdad. El trabajo del escritor es descifrar lo que no está claro, lo que debe buscar en él mismo con su esfuerzo y en la obscuridad de lo desconocido hasta entonces (VII, 228), (lll, 880). Las impresiones, como las reminiscencias, se presentan como caracteres jeroglíficos, que no pueden ser elegidos a nuestro antojo y que no pueden alcanzar su verdad sin desciframiento. Esto no rige para las verdades de la inteligencia: Si las cosas en cuanto las percibimos, pasan a ser algo inmaterial, el escritor 148 toda claridad en el múndo de la luz plena tienen algo de menos profundo, de menos necesario que las que la vida nos ha comunicado sin buscarlo nosotros en una impresión material por que nos ha . . .Pues las verdades que la inteligencia capta directamente con
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