decía sin comprender el significado profundo de sus propias palabras, que las dos cosas no podían hacerse al mismo tiempo (I, 284-285), (I, 237-238). El amor de Swann y su situación en ei salón Verdurin declinan. Swann no trata, en principio¡de alterar el mal gusto artistico de Odette, excepto cuando con frecuencia le pide que toque la pequeña frase. Mas luego, cuando siente celos -ha aparecido en escena Forchevi||e- ie molesta su grosería musical. La pequeña frase sigue este desarrollo y las variaciones del amor. Así, es tocada por el pianista en la primera visita de Forcheville a los Verdurin, cuando Swann la estima como “confidente de sus amores” (i, 31 S), (l, 264). Lo mismo ocurre cuando Swann la pide en el restaurante del bosque. Cuando la señora Verdurin, con el despotismo del pequeño clan y su incidencia como intermediario del amor, estudiados por René Gi rard”, decreta la desgracia de Swann y apoya a Forcheville Swann escucha una invitación para una sesión musical a Ia que él no es invitado. Y, entonces, en una nueva muestra del subjetivismo emocional que lo confunde en su relación con la música, pero ala vez le da un carácter marcadamente íntimo, Swann, pensando en voz alta, condena a la señora Verdurin por Celestina y alcahueta y denomina asi también a ia música y le parece razonable la crítica severa de las artes, emprendida por Platón, Bossuet y la vieja educación francesa (l, 341), (I, 287). Swann, pues, hatransferido su pasión a la pequeña frase. Y comienza a pensar en la muerte de su yo actual, el que ama a Odette y ala pequeña frase, cuando comprende que su amor ha de ser olvidado. Pues cree reconocer que la Odette amada es la Odette imaginada conjuntanente con la sonata de Vinteuil, como si pertenecieran a un mismo orden del ser. Se trata, parece decirnos Proust, de un doble reconocimiento - desconocimiento, pues ni Odette ni la frase son lo que Swann cree que son, pero, sin embargo, llevan algo de su espíritu artístico. La separación de los aspectos artísticos proyectados sobre Odette, la dejan tal como es para los otros y, por consiguiente, sin la locura del amor, que para Swann solamente la frase comprende. Pero éste ha de ser un lento proceso de destrucción amoroso-artistico. Odette prepara un viaje a Bayreuth para escuchar las representaciones wagnerianas en compañía de los Verdurin, pero con el financiamiento de Swann (l, 356-357), (|,300-301). Wagner y Beethoven (de escuchar su música se exciuía a Swann) son dos de los músicos más importantes 35 e.|Io no importaba, pues su amor era fuerte. Pero Odette entre los besos y la sonata,
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