Página:La música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust.djvu/54

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conforma unaicadena de anillos ¡mantados dem utua atracción (Ión 535 b c). Esta ausencia de saber racional‘ importa la inferioridad de la poesía frente a la ciencia (ión 534 d e, 536 d). Más tarde, en el Fedro, Platón reivindica a la locura como superior a la razón al compararla con la filosofia (Fedro, 265-265 b). Como hemos visto, en Kant, la concepción del genio admite la incapacidad de éste de enseñar y explicar las ideas estéticas y su carácter de talento dotado por la naturaleza de modo innato. Sin embargo, Kant afirma la importancia de las bel las artes y al ligarse belleza y arte desaparece la critica platónica del arte poético. Por el contrario, se alienta la capacidad de aproximación de la poesia a las ideas de la razón, aunque como intuición y sin conceptos, por lo que los posibles descubri- mientos poéticos no son comunicables, excepto por la obra misma. En lo que se refiere a la música, la influencia filosófica sobre Proust más estudiada ha sido la de Schopenhauer, Jesde algunos de sus primeros comentaris- tas hasta escritores como Samuel Beckett, estudios como el de Florence Hier y recientemente trabajos de estética como el de Anne Henry y específicos sobre música en Proust como el de Jean-Jacques Nattiez°°. Para Schopenhauer no sólo se trata del lugar preferente de la música en la llamada jerarquía de las artes, sino de su separación, de su distinción con respecto a las otras artes. El efecto de la música sobre nosotros es semejante al de las demás artes "aunque es más poderoso, más rápido, más necesario e infalible”. ”Estimular el conocimiento de estas ideas por la representación de cosas singulares (pues no otra cosa es la obra de arte) es el fin de todas las otras artes". Es decir las demás artes objetivan las ideas y sólo mediatamente la voluntad, ya que las ideas son una adecuada objetivación de la voluntad. La música, en cambio, es una objetivación directa de la voluntad, tiene la misma importancia ontológica que las ideas y no imita ni representa al mundo como fenómeno, que por tanto, no es su modelo“. Schopenhauer limita así las conclusiones que puedan obtenerse sobre la música por analogía supuesta con las otras artes y establece la semejanza posible entre la música y el mundo sobre nueva base: en el espectador‘ u ‘oyente, entre los que la inspiración al pasar del uno al otro, independiente del mundo fenomenal y aún le ignora en absoluto, podria subsistir en cierto modo, aún cuando el mundo no existiese; . . .|a música, que trasciende de las ideas y es por completo 55