Página:La música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust.djvu/63

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dad de emociones que produce la ejecución de la Quinta Sinfonía de Beethoven y las reacciones del público. Este pasaje de la obra a los receptores y de los receptores a la obra se dará también durante la ejecución en la Recherche del septeto. La capacidad de una simple canción o de la música de vaudeville para expresar Ia esencia de las emociones y llegar profundamente a nosotros, señalada por Schopenhauer, se puede aproximar en Proust a la mala música o música de inferior calidad que, como hemos visto, hace avanzar al corazón. En la Recherche, en el restaurante de Rivebelle, la música sin mayor valor artístico, despierta fuertes emociones de placer, de seducción, de amor. Los temas que escucha e| héroe son por si’ mismos un "lugar de placer aéreo superpuesto al terrenal y aún más embriagador”. Y así: Anne Henry como influido por Schopenhauer“. Aquí, Proust comenta Ia diversi- músicas y les devolvía su beso, la voluptuosidad especial y suya que me hacían sentir se me hizo tan grata, que hubiese sido capaz de abandonar a mis padres para irme,‘ detrás del motivo a ese mundo‘ singuiar que iba construyendo en lo invisible con líneas plenas, ora de Ianguidez, ora de vivacidad (Ii, 441-442), (l, 811-812). Y mientras que me repetía yo a media voz las notas de esas ejemplo fundamental del poder de la mala música, por el contrario, el héroe es paralizado por Sole mío, que entona un cantante italiano en Venecia: En este caso, el héroe se siente arrastrado, impulsado al movimiento. En otro 64 constituía el encanto mismo, el encanto desesperado pero fascinante de aquel canto. Cada nota que lanzaba la voz del cantor con una fuerza y una ostentación casi musculares venía a herirme en pleno corazón. Cuando la frase se consumaba en bajo y el trozo parecía terminado, el cantor no se conformaba y reanudaba en alto como si necesitara proclamar una vez más mi soledad y mi desespero. Y por una cortesía estúpida de mi atención a su música, me decía: "No puedo decidirme aún; sigamos mentalmente esta frase en alto". Y la Y quizá esta tristeza, como una especie de frío entumecimiento,