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6o MANUEI. GÁtVEÍZ

del agora, del forum. Era cátedra de gobierno y cátedra de rebelión. Era el único lugar donde se leian los diarios locales, pues no se sabe que alguno de ellos tuviera suscritores. Por Ja tarde las reuniones se decoraban con algunas personas bien vistas, pero por la noche no quedaban sino "los perdidos", los que jugaban a las cartas y bebían whisky.

La confitería, llamada así por antonomasia, pues muy cerca existía otra, también en la plaza, ocupaba, sobre la calle, los bajos del hotel. Arquitectural y comercialmente, era la confitería digna de verse. Formaba parte del único hotel, el que estaba instalado en una de las dos casas de alto que había en todo el pueblo.

El edificio del hotel se componía de una serie de cuartos paralelos sobre un patio interminable y angosto, cubierto por un parral. Había naranjos en el patio, y al fondo una pajarera donde todo el día trinaban los canarios y los zorzales. La confitería propiamente dicha ocupaba sobre la calle una pieza que se continuaba en martillo siguiendo el patio. En esta sala había dos mostradores, algunas mesitas y un billar melancólico que se hastiaba en espantosa soledad. Sobre uno de los mostradores ostentaba su exotismo un gran vaso cilíndrico, dentro de cuya agua nadaban desganadamente algunos pescaditos de colores. En los altos quedaban las piezas de preferencia, eternamente desocupadas. Separada por un ancho zaguán, utilizado en las horas, de sol, estaba la sala condenada, con las terribles mesas de tapete verde. Colgaban de las paredes, aumentando el carácter pecaminoso del lugar, grandes retratos de bellas mujeres: artistas harto descotadas, a medio vestir, que exhibían, ante los concurrentes resignados, formas redondas y tentadoras. En el estío, la vereda rebosaba de mesitas.

En cuanto Pérez y Solís llegaban, se les reunían tres o cuatro individuos que iban "al olor" del forastero, de Solís, que, en su condición de recién venido, era aún considerado como extraño. En -los pueblos de provincia la presencia de un forastero constituye una rara novedad, a veces un acontecimiento. Por la mañana el forastero va