Página:La señal de los cuatro - Arthur Conan Doyle (1909).pdf/47

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 49 —

visible; de ella se desprendía un olor sutil y aromático.

—El scñor Tadeo Sholto—dijo el hombrecito siempre haciendo gestos y sonriéndose ;—este es mi nombre. Usted, por supuesto, es la señorita Morstan. Y estos caballeros...

El señor es Mr. Sherlock Holmes, y el señor el doctor Watson.

Un médico, eh?—exclamó el hombrecito, con extraordinaria animación.— Ha traído usted su estetoscopio? ¿Me permite usted que le haga una pregunta?... ¿Será usted tan amable?

Tengo duda respecto á ni válvula mitral, y le agradecería á usted... En cuanto a la aorta, estoy tranquilo; pero descaría conocer la opinión de usted acerca de la válvula mitral.

Me puse, como me lo pedía, á escuchar los latidos de su corazón, pero no pude descubrir nada de particular, excepto, eso sí, el éxtasis de miedo que lo hacía temblar de pies á cabeza.

—Todo parece en su estado normal le dijo.

—No tiene usted por qué inquietarse.

—Usted perdonará mi sobresalto, señorita Morstan—exclamó el alegremente.—Cualquier cósa me hace sufrir mucho, y hacía tiempo que sospechaba de mi válvula mitral. Ahora me siento feliz al saber que no tiene nada. Si su padre de usted, señorita Morstan, hubiera evitado sa LA SE ÑAL .—4