tablecimiento de la nueva ley, hemos de recorrer, empero, un largo camino y vencer algunas dificultades de concepto.
Ya hemos explicado antes detenidamente la ley de la igualdad entre la masa inerte y la masa pesada. Para los procesos terrestres dice esta ley: todos los cuerpos caen con igual rapidez; para los movimientos de los astros expresa que la aceleración es independiente de la masa del cuerpo en movimiento. También hemos dicho que esta ley ha sido experimentalmente comprobada por Eötvös con muy exactas mediciones, pero que, sin embargo, en la mecánica clásica no figura entre las leyes fundamentales, sino que es considerada casi como un obsequio casual de la naturaleza.
Ahora todo esto varía; la ley colócase en la cúspide, no sólo de la mecánica, sino de toda la física.
Debemos, pues, aclararla hasta que se vea bien su contenido fundamental. Aconsejamos al lector que haga el sencillo experimento siguiente: Tome dos cuerpos ligeros, pero de distinto peso, por ejemplo, una moneda y un pedazo de goma de borrar; colóquelos sobre la palma de su mano. Sentirá el peso de los dos cuerpos como presión sobre la mano y esta presión será diferente. Mueva luego la mano rápidamente hacia abajo; sentirá una disminución de la presión de los dos cuerpos. Si se repite cada vez con más rapidez el movimiento, llegará un momento en que los cuerpos se separen de la mano y se queden atrás durante el movimiento; ello sucederá evidentemente tan pronto como la mano, en su movimiento, sea más veloz que la caída de los dos cuerpos. Pero como estos dos, a pesar de su diferente peso, caen con igual rapidez, resulta que, al separarse de la mano, permanecen ambos a la misma altura, uno junto a otro.
Imaginemos ahora unos enanillos que vivan sobre la mano y no sepan nada del mundo exterior. ¿Cómo interpretarán el proceso? Es fácil introducirse en el alma de esos observadores, que efectúan el mismo movimiento, mientras se hace el experimento y se atiende a las varias presiones y movimientos de los cuerpos respecto de la mano. Estando la mano en reposo,