consiguiente se puede decir, son la fe y creencia de toda la Iglesia católica, propuesta y esplicada por sus doctores, los cuales en esta inteligencia y esplicacion no pueden errar, cuando todos ó los mas concurren á ella unánimemente. Es verdad (se añade con poca ó ninguna reflexion) que en los tres ó cuatro primeros siglos de la Iglesia se espone de otro modo por algunos, y se diría mejor por muchos y aun por muchísimos de sus doctores, como verémos á su tiempo; pero vale mas, prosiguen diciendo, catorce siglos que cuatro, y catorce siglos mas ilustrados, que cuatro oscuros, &c.
En toda esta declamacion tan breve como despótica, yo no hallo otra cosa que un equivoco constituido. Primeramente se confunde demasiado lo que es de fe y creencia divina de toda la Iglesia católica, con lo que es de fe y creencia puramente humana, ó mera opinion: lo que creemos y confesamos todos los católicos como puntos indubitables de fe divina, con las cosas particulares y accidentales que se han opinado, y pueden opinarse sobre estos mismos puntos indubitables de fe divina, Esta palabra fe ó creencia, puede tener y realmente tiene dos sentidos tan diversos entre sí, y tan distante el uno del otro, cuanto dista Dios de los hombres. Aun en cosas pertenecientes á Dios y á la revelacion, no solamente puede haber y hay entre los fieles dentro de la Iglesia católica una fe y creencia toda divina, sino tambien