Página:La vida de las abejas (1909).pdf/199

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 193 —

193inconsciente del número, la derrota de la inteligencia y de la virtud, la moral sin elevación que guía á la gran ola de la especie y que es manifiestamente inferior á la moral que puede concebir y desear el espíritu agregado á la pequeña ola más clara que remonta el río. Sin embargo, no está bien que ese mismo espíritu se pregunte hoy si su deber no es buscar toda la verdad y por consiguiente tanto las verdades morales como las demás, dentro de ese caos, mejor que dentro de sí mismo, en que parecen relativamente tan claras y precisas?

No piensa en negar la razón y la virtud de su ideal consagrado por tantos héroes y sabios, pero á veces se dice que ese ideal puede haberse formado demasiado aparte de la masa enorme cuya belleza difusa pretende representar. Hasta aquí ha podido temer, con derecho, que adaptando su moral á la de la Naturaleza, aniquilaría lo que le parece la obra maestra de la Naturaleza misma. Pero, ahora que conoce algo mejor á ésta, ahora que algunas respuestas todavía obscuras pero de imprevista amplitud, le han hecho entrever un plan y una inteligencia más vastos que cuanto podía imaginar encerrándose en sí mismo, tiene menos temor, no siente tan imperiosamente la necesidad de su refugio de virtud y de razón particulares. Juzga que lo que es tan grande, no podría enseñar á disminuirse. Desearia saber si no ha llegado el momento de sometér á examen más juicioso sus principios, sus certidumbres y sus ensueños.

No piensa, lo repito, en abandonar su ideal VIDA DE LAS ABEJAS .—13