Página:Las cuitas de Werther (1919).pdf/21

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
17
 
17 de mayo.

Cuento con toda especie de conocidos, con ningún compañero. No caigo en cuál puede ser mi género de atractivo para con los hombres; acuden a mi tantos y están todos tan pendientes de mí, que me apura no poder ir con ellos mucho rato. Cuando me preguntas cómo son aqui las gentes, no puedo menos de responderte que al par de dondequiera. Asoma siempre cierta uniformidad en el linaje humano. Los más se afanan la mayor parte del tiempo para vivir; y aquella porción de ensanche que les cupo, se desalan tras todos los medios asequibles para malograrla. ¡Tal es el signo del hombre!

La gente es llana y corriente. Cuando a veces me desentiendo de mí mismo, disfruto las holganzas que todavía se reservan los hombres, y en una mesa aseada se chancean sin rebozo ni zozobra, disponen oportuna y acertadamente un dia de campo, un bailecillo u otro desahogo semejante, me prueba todo a las mil maravillas; pero tengo que ir encubriendo otros registros que se mutilizan y enmohecen con su ningún ejercicio. ¡Ay cómo esta opresión ahoga las entrañas! Y todavía nuestra suerte es vivir siempre mal avenidos.

¡Ah, la intima de mis mocedades feneció! ¡Ah! ¿Por qué la he conocido?... Debiera decirme: «eres un mentecato, buscas lo que no has de hallar.»> Pero yo la he tratado, y hermanándome con aquel espíritu grandioso y descollante, en cuya presencia pa-

Werther
2