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gues y palunetas, en esto nadie apenas cae; aunque en mi dictamen es de suyo tan de bulto y tan palpable...

Ya me estás diciendo, que precisamente los venturosos vienen a ser cuantos, así como los niños, se atienen al dia y vida, andan paseando su muñequilla, van y vienen, y con sumo acatamiento, colgados del cajón donde mamá guarda las golosinas, en saliendo con su intento, mascan a dos carrillos y claman por más... ¡Venturosos individuos, como también los que dan a sus fruslerias o arranques dictados positivos, y los pregonan como heroicidades dedicadas a la salud y prosperidad del género humano! Si es así, contento. Pero quien se hace cargo en su sosiego del raudal de los acontecimientos, y echa de ver con cuanto primor cada cual ensalza su huertecillo en paraiso, cómo se despereza el desventurado para gatear con su carga, y cuánto se afanan todos por gozar un instante más la luz del sol..aquél se dilata, se labra un mundo para sí, y se da por dichoso sólo con ser hombre. Mas, por emparedado que yazga, abriga siempre en sus entrañas el halagüeño arranque de su independencia, bajo el concepto de poder escalar la cárcel a su albedrio.

26 de mayo.

Sabes mi maña inveterada de establecerme en dondequiera, plantear en sitio adecuado mi choza y hospedarme alli en mi estrechez; y háseme deparado aqui un rinconcillo a medida de mi anhelo.

Como a una legua del pueblo se tiende una cam-