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hallado conmigo. A la verdad, somos tan propensos a compararnos con todo, y a comparar todo con nuestro ser, que la dicha o la desventura estriban en los objetos con que nos enlazamos, y, por tanto, la soledad es de suyo expuestisima. Nuestra imaginación, propensa por naturaleza a remontarse, fomentada por los retablos fantásticos de la poesia, se fragua allá una jerarquía de esencias, siendo los infimos nosotros, y todo nos deslumbra como peregrino y consumado respecto a nuestra pequeñez, y esto es naturalisimo. Estamos palpando a menudo tantas carencias de cuanto vemos en poder ajeno, que brindamos, en cambio, con todo lo nuestro, con cierta complacencia ideal, y así la suma felicidad de los demás viene a ser parto nuestro.

Al contrario; si en medio de nuestras flaquezas y afanes, nos dedicamos en derechura a una empresa, con nuestras pausas y sesgos, resulta luego que nos aventajamos a cuantos navegan a vela y remo, y entonces se patentiza el poderío del individuo que toma la delantera a los demás.

26 de noviembre.

Empiezo a hallarme hasta cierto punto tolerablemente. Lo mejor es que abunda el quehacer, y con él, las gentes, cuyas figuras nuevas y variadas vienen a formar un teatrito vistoso para mi espiritu.

He venido a conocer al conde de C..., sujeto a quien debo venerar más por cada día; sujeto capacísimo, y no por esto menos afectuoso; antes, por los muchos objetos que abarca, se explaya su disposición