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LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE

chambelán, y alienta á los creyentes á la lucha con- tra los infieles encerrados en Constantinia.>> Los dos hermanos se alegraron muchísimo al saber estas noticias, dieron gracias á Alah porque el santo asceta había llegado sin contratiempo á Constantinia, y luego enteraron á los dos emires de cuanto había pasado desde su llegada al monaste- rio. Y les dijeron: «Ahora, los infieles, después de haberse diezmado esta noche, estarán espantados al ver su error. Y sin darles tiempo para rehacerse, vamos á echarnos sobre ellos y á exterminarlos, y nos apoderaremos de todo el botín, con las riquezas que sacamos del monasterio. >>

Y todos los musulmanes, á las órdenes de Daul' makán y Scharkán, se precipitaron como un rayo desde la cumbre de la montaña, y cayeron sobre el campamento de los infieles, esgrimiendo la lanza y el alfanje. Y al fin de la jornada, no quedó ni un solo hombre entre los infieles que pudiese ir á con- tar el desastre á los que estaban encerrados tras de los muros de Constantinia.

Exterminados los cristianos, se apoderaron los musulmanes de todo el botín y de todas las riquezas, y descansaron aquella noche, celebrando el triunfo y dando gracias á Alah por sus beneficios.

Y al llegar la mañana, Daul'makán dijo á los jefes del ejército: «Marchemos inmediatamente á Constantinia para unirnos al gran chambelán, que sitia la ciudad con un número muy reducido de fuerzas. Pues si los sitiados supieran que estamos