frondas felices del Paraíso, á orillas del rio de miel perfumadal
Cuando Daul makán acabó de recitar estos ver- sos, durante la marcha de las tropas, se vió á lo le- jos una polvareda negra, que al aproximarse...
En este momento de su narración, Schahrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.
PERO CUANDO LLEGÓ LA 101.a NOCHE
Ella dijo:
...se vió á lo lejos una polvareda negra, que al aproximarse dejó aparecer à la Madre de todas las Calamidades, siempre bajo el aspecto de un asceta. Y todos se apresuraron á besarle las manos. Y ella, llorando, les dijo:
¡Sabed la desdicha, oh pueblo de los creyen- tes! ¡Y sobre todo, apresurad la marcha! Vuestros hermanos han sido atacados de improviso en sus tiendas por fuerzas considerables de los sitiados, y están en completa derrota. ¡Corred, pues, en su ayuda, pues de otro modo no encontraréis ni rastro del chambelán y sus guerreros! >>
Daul makán y Scharkán sintieron que el cora- zón se les desgarraba á fuerza de palpitaciones, y