Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo III (1879).pdf/11

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
13
LISANDRO.

los Atenienses antes que él volviese, porque volveria trayendo muchas naves de la Fenicia y la Cilicia, subió á donde estaba el padre. Lisandro, no pudiendo combatir ni aun con iguales fuerzas, ni tampoco estarse sin hacer nada con tan gran número de naves, dando la vela, atrajo á algunas de las islas; y á Egina y Salamina, penetrando en ellas, las taló. Subiendo despues al Atica, pasó á saludar á Agis, bajando para esto desde Decelia, é hizo ante el ejército de tierra, que allí se hallaba, ostentacion de sus fuerzas navales, como que podia por mar áun más de lo que queria; y con todo, como los Atenienses fuesen en su persecucion, huyó por medio de las islas apresuradamente al Asia; donde hallando desamparado el Helesponto, acometió él mismo desde el mar con las naves á Lamsaco; y Torax, acudiendo tambien con las tropas de tierra al mismo punto, combatió las murallas, con lo que tomó la ciudad á viva fuerza, permitiendo á los soldados que la saqueasen. Hacía vela á la sazon la armada de los Ateniensee, fuerte de ciento y ochenta galeras, á Eleunte del Quersoneso; pero con la noticia de haberse perdido Lamsaco, tomaron al punto rumbo para Sesto; y provistos alli de víveres se dirigieron á Egospotamos enfrente de los enemigos, que todavía estaban surlos en Lamsaco. Eran generales de los Atenienses varios otros, y Filocles, aquel que antes había persuadido al pueblo que se hiciera ley para que se cortara el dedo pulgar de la mano derecha á los que se cautivasen en la guerra, á fin de que no pudieran llevar la lanza, pero si manejar el remo.

Nada hicieron por entónces ni unos ni otros, esperando que al dia siguiente se combatirian las escuadras; pero muy distinto era el pensamiento de Lisandro; el cual sin embargo dió órden á los marineros y pilotos, como si al otro dia al amanecer se hubiera de pelear, de que montasen las galeras y esperasen en formacion y con silencio la disposicion que se les comunicase; y de la misma manera mandó