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Plutarco.—Las vidas paralelas.

y aquel á quien zabiere Eupolides en su comedia intitulada Maricas, sacando á la escena á uno de los holgazanes y mendigos, se explica así:

—¿Cuánto há que viste á Nicias?

—Nunca le habia visto; mas ahora Há poco que le vi estar en la plaza.

—Notad que éste confiesa claramente Que en la plaza con Nicias se ha encontrado; Y si de traicion no, ¿qué tratarian?

¿No ofs, camaradas, cómo Nicias Fué en el delito mismo sorprendido?

—Andad, menguados: no es para vosotros En mal caso coger á hombre tan bueno:

y el Cleon de Aristófanes en tono de amenaza dice:

El cuello apretaré á los oradores, Y á Nicias causaré miedo y espanto.

Tambien Frinico da idea de lo cobarde y espantadizo que era en los siguientes versos:

Era buen ciudadano, lo sé cierto, Y no al modo de Nicias lo verian Andar siempre con aire asustadizo.

. Viviendo siempre con este temor de los calumniadores, no cenaba con ninguno de los ciudadanos, ni trataba con ellos, ni asistia á sus ordinarias recreaciones; en una palabra, no gustaba de semejantes pasatiempos, sino que cuando era arconte permanecia en el consistorio hasta la noche, y del Senado salia el último, habiendo entrado el primero; y cuando no tenía negocio público alguno, no se dejaba ver ni admitia á nadie, quieto siempre y encerrado