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Plutarco.—Las vidas paralelas.

que, segun escribe Duris, las ciudades de la Grecia le erigieron altares como á un Dios, y le ofrecieron sacrificios.

Fué asimismo el primero en cuyo honor se cantaron himnos, conservándose todavía en memoria uno que empezaba así:

lo pean, de Esparta la extendida Al inclito caudillo celebremos, Que es ornamento de la excelsa Grecia.

Los Samios decretaron que las fiestas llamadas entre ellos Junonias en adelante se llamasen Lisandrias. Tuvo siempre consigo á uno de los ciudadanos llamado Cirilo, para que exornase con la poesía sus hazañas. A Antiloco, que hizo en su loor ciertos versos, le regaló un sombrero lleno de dinero; y de Antimaco Colofonio y Nicerato Heracleota, que con sus poemas entablaron un combate, al que llamaron juego Lisandrio, dió á Nicerato la corona; de lo que sentido Antimaco, quemó su poema. Platon, que entonces era todavía jóven, y que tenia en mucho á Antimaco por su habilidad en la poesia, como vicse que éste llevaba á mal el haber sido vencido, trató de alentarle y consolarle, diciendo que la ignorancia á quien dañaba era á los ignorantes, como la ceguera á los que no ven. Llegó á tanto, que Aristonoo el Citarista, que habia vencido seis veces en los juegos Piticos, dijo á Lisandro por adulacion, que si venciese otra vez se haria pregonar esclavo de Lisandro.

Mas la ambicion de Lisandro sólo era incómoda á los grandes y á sus iguales; pero el orgullo y crueza que acompañiaban á su ambicion, fomentados por el tropel de aduladores, hacian que ni en el premio ni en el castigo hubiese para él regla alguna; sino que los premios de la amistad y hospitalidad eran una autoridad ilimitada y una tiranía insufrible; y para el encono sólo habia un modo de satisfacerlo, que era la muerte del que era de otro partido;