Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo III (1879).pdf/430

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
432
Plutarco.—Las vidas paralelas.

Ciceron restituido por una ley, al punto reconeilió al Senado con Pompeyo; y hablando en favor de la ley de abastos, en cierta manera volvió á hacer á Pompeyo árbitro y dueño de cuanto por tierra y por mar poscian los Romanos: porque quedaron á sus órdenes los puertos, los mercados, el comercio de granos, y, en una palabra, lodos los intereses de los navegantes y labradores; sobre lo que decia Clodio en tono de acusacion, que no se habia prepuesto la ley porque hubiese carestia, sino que se habia hecho que hubiese carestia para dar la ley, á fin de que volviese y se recobrase como de un desmayo con esta nueva autoridad el poder de Pompeyo, que andaba acheooso y decaído. Mas otros dicen haber sido esta comision de Pompeyo pensamiento del cónsul Espinter, que quiso ponerle el estorbo de un mando más extenso para ser él mismo enviado en auxilio del rey Tolomeo. Con todo, el tribuno de la plebe Canidio hizo proposicion de una ley, por la que se encargaba á Pompeyo el que sin ejército, llevando solo dos liclores, compusiera las desavenencias del Rey con los de Alejandría: y Pompeyo no se mostraba disgustado de la ley; pero el Senado la desechó con la plansible causa de que temia por la persona de Pompeyo. Derramáronse en aquella ocasion papeles por la plaza y en el edificio del Senado, en los que se manifestaba haber pedido Tolomeo que se le diera por general á Pompeyo en lugar de Espinter; y Timagenes dice que Tolomeo se salió de Egipto sin necesidud, abandonándole á persuasion de Teofanes, para proporcionar á Pompeyo la ocasion de un mando y de adelantar en sus intereses; pero esto no bastó á hacerlo tan probable ta perversidad de Teofanes, como lo hizo increible la indole de Pompeyo, cuya ambicion no tuvo nunca un carácter tan maligno é iliberal.

Creado prefecto de los abastos, para entender en su acopio y arreglo envió por muchas partes comisionados y ami gos; y dirigiéndose él mismo por mar á la Sicilia, á la Cer-