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COMPARACION DE LISANDRO Y SILA.

Y SILA.

93 correo con la nota de haberse sacrificado sin gloria: confirmando la opinion de los antiguos Esparciatas que con razon aborrecían los combates murales, en los que no sólo de la mano de un hombre cualquiera, sino de la de un muebacho ó de una mujer acontece morir herido el más esforzado, como se cuenta de Aquiles haber sido muerto por Páris en las puertas de Troya. Mas las victorias de Sila en batallas campales, los millares de enemigos con quienes acabó, ni siquiera es fácil numerarlos: dos veces tomó á la misma Roma; y el Pireo de Atenas no le conquistó por hambre como Lisandro, sino arrojando de la tierra al mar á Arquelao en fuerza de repetidos y obstinados combates.

Tambien entran por mucho en estas cosas los contrarios; pues tengo por juego y burlería el haber combatido en el mar con Antioco, pedagogo de Alcibiades, y haber engañado al demagogo de los Atenienses Filocles, Hombre oscuro, sin más que larga lengua; á los cuales se desdeñaria Mitridates de que se les comparara con su palafranero y Mario con cualquiera de sus lictores; pero de los grandes que contendieron con Sila, cónsules, pretores, demagogos, para pasar en silencio á los demas, ¿quién entre los Romanos más temible que Mario?

¿quién entre los reyes más poderosos que Mitridates y entre las gentes de Italia, ¿quiénes más aguerridos y mejores soldados que Lamponio y Telesino? pues de todos estos, al primero le obligó á huir; al segundo lo sojuzgó, y á estos últimos les dió muerte.

Pero lo más admirable entre todo lo que se ha dicho, á lo que yo entiendo, es que Lisandro obtuvo todos sus sucesos cooperando con él sus conciudadanos; y Sila, estando desterrado y perseguido por la faccion contraria de sus enemigos, al mismo tiempo que su mujer andaba prófuga, que su casa habia sido asolada, y asesinados sus amigos,