Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo II (1879).pdf/161

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
163
Paulo Emilio.

se esperaba enconada guerra de parte de la Germania; y siendo grande la turbacion en Roma, de repente y por sí mismo difundió el pueblo la fama de una victoria, corriendo por toda Roma la voz de que el mismo Antonio babia sido muerto, y de que derrotado su ejército, ni señal habia quedado de él: adquiriendo esta voz tal certeza y seguridad, que muchos de los principales ofrecieron sacrificios. Inquirióse luego sobre el primero que lo refrió, y como no aparecia nadie, sino que el rumor corriendo de unos en otros se desvaneció, viniendo á lo último á parar en nada arrojado en una muchedumbre confusa como en un piélago inmenso, sin que se le diese origen ninguno cierto, aquella fama se borró del todo en la ciudad. Mas cuando ya Domiciano habia marchado con su ejército á la guerra, le encontró en el camino la noticia y cartas en que se le daba cuenta de la victoria; y se halló que el dia de la fama fué el mismo que el del suceso, habiendo de distancia de un punto á otro más de veinte mil estadios: cosa que de los de nuestra edad no ignora nadie.

Neyo Octario, colega de Emilio en el mando, que aportó á Samotracia, respetó para con Perseo el asilo en honor de los Dioses; pero le cerró la salida y la fuga por el mar:

con todo, pudo á escondidas ganar á un tai Oroandes de Crela, que tenia un barquichuelo, para que le admitiese en él con sus riquezas; mas éste, usando de las artes cretenses, tomó de noche todo su cauda), y diciéndole que á la siguiente fuese al puerto Demetrio con los hijos y la familia precisa, se hizo á la vela al mismo anochecer. Pasó en esta ocasion Perseo por angustias bien miserables, babiendo tenido que salvar la muralla por una estrecha tronera él, sus hijos y su mujer, no estando todavía hecho á riesgos y trabajos: así lanzó un lamentable suspiro, cuando andando perdido en la playa se llegó á él uno, y le dijo baber visto que Oroandes habia salido apresuradamente al mar. Porque clareaba ya el alba, y destituido de toda es