Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo II (1879).pdf/226

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
228
Plutarco.—Las vidas paralelas.

excedian mucho en número; y llenos de altanería marcharon sin detencion contra Acerras, ciudad fundada á ias orillas del Pó; y de allí el rey de los Gesatas Viridomaro salia con unos diez mil hombres, y talaba todo el país por donde discurre este rio. Luego que esto llegó á los oidos de Marcelo, dejando á su colega por la parte de Acerra con toda la infanteria, toda la tropa de línea y el tercio de la de á caballo, y tomando consigo lo restante de la caballería y de las tropas más ligeras basta unos seiscientos hombres, movió sus reales, y aceleró la marcha, sin aflojar ni de dia ni de noche, hasta que alcanzó á los diez mil Gesatas bácia el pueblo llamado Clastidio Caserio, otro tiempo de los Galos, y que hacía poco había entrado en la obediencia de los Romanos. No le fué dado rehacerse y dar algun reposo á su tropa, porque luégo tuvieron los bárbaros antecedentes de su venida, y la miraron con desprecio, por ser muy poca su infantería, y no dar los Celtas á su caballeria importancia ninguna; pues sobre ser tenidos por diestrísimos y sobresalientes en este modo de combatir, con mucho excedian tambien en ol número á Marcelo. Por tanto, como para llevársele de calles, marcharon sin dilacion contra él con gran impetu y terribles amenazas, precediéndoles el Rey. Marcelo, para que no se le adelantaran y le onvolvieran viéndole con tan pocos, llevó con prontitud a bastante distancia sus escuadrones de caballería, y adelgazando su ala, la extendió mucho, hasta que se puso cerca de los enemigos. En el acto mismo de lanzarse contra éstos, sucedió que su caballo, inquietado con los relinchos de la caballería contraria, volvió grupa para llevar bácia atras á Marcelo. Él entonces, temiendo que este acoidente diese motivo á alguna supersticion en los Romanos, hizo uso del freno, y volvió repentinamente el caballo frente á los enemigos adorando al sol; como que no por acaso, sino de intento y con aquel mismo objeto habia hecho á su caballo dar vuelta, porque girando en torno es como