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Plutarco.—Las vidas paralelas.

insignias y las trompetas se dice que fueron llevados al campamento de Catulo, que era el más fuerte argumento de que éste se valia para probar que había sido suya victoria. Como la contienda pasase hasta los soldados, fueron tomados por árbitros los embajadores de Parma que se hallaban presentes; y los de Catulo los llevaban por entre los enemigos muertos, haciéndoles ver que habien sido traspasados con sus picas, que eran conocidas por las letras con que en el astil tenian grabado el nombre de Catulo. Sin embargo, la primera victoria y el primer lugar en el mando dicen bien á las claras que lodo fué obra de Mario. Así los más le apellidaban tercer fundador de Roma, por no haber sido este peligro, vencido ahora, inferior en nada al de los Galos; y sacrificando en sus casas con sus mujeres y sus hijos, ofrecian las primicias del banquete y de la libacion á los Dioses y Mario á un mismo tiempo, jursgando que á él sólo debian decretarse uno y otro triunfo.

Mas no triunfo de esta manera, sino juntamente con tulo, queriendo mostrarse moderado en tanta prosperidad; aunque pudo tambien ser miedo á los soldados que se ha llaban formados, con ánimo, si Catulo era privado de este honor, de no permitir que aquél tampoco triunfase.

Obtuvo, pues, el quinto consulado, y aspiró al sexto como nadie antes de él: y en todo cedia á la muchedum bre, queriendo parecer blando y popular, no sólo fuera de la gravedad y del decoro propio de aquella magistratura, sino muy fuera tambien de su carácter, poco acomodade para ello. Era, pues, segun se dice, muy irresoluto por su misma ambicion en las cosas de gobierno, cuando se manifestaban agitaciones populares; y aquella imperturbabilidad y firmeza en las batallas le abandonaban en las juo tas públicas, saliendo fuera de si con cualquiera alabanza ó reprension. Con todo, se refiere que habiendo peleado en la guerra con el mayor valor unos mil Camerinos, los concedió el derecho de ciudadanos; y como esto pareciese