mero, aunque no satisfaga á la mayor parte; porque diciendo éste, y exclamando en las grandes y extraordinarias ocasiones:
La garza Palas púsole en las mientes; y tambien:
Cambióle un inmortal el pensamiento; El que en un solo acalorado pecho Del pueblo, puso la gloriosa suerte; y en otra parte:
0 por sí lo pensó, ó es que algun númen Le sugirió la provechosa idea:
le vituperan como que con cosas imposibles y con increibles patrañas trata de quitar al juicio de cada uno el mérito de la determinacion propia; cuando Homero no hace semejante cosa, sino que los sucesos ordinarios y comunes que se gobiernan con razon los pone á cuenta de lo que está en nuestro poder: así que dice muchas veces:
Yo to determiné con grande aliento; y asimismo:
Apénas dijo, congojóse Aquiles, Y revolvió tan inquietante pena Una vez y otra en su alentado pecho; y en otra parte:
Mas mover no logró á Belerefonte.