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CAYO JULIO CÉSAR.

la ciudad la abominacion de haber quebrantado la tregua, y la execracion se volviese contra su autor. De los que habían pasado fueron destrozados en aquella accion cuatrocientos mil; y á los pocos que volvieron los recibieron los Sicambros, que eran otra de las naciones de Germania.

Sirvióle esto de motivo á César para ir contra ellos, y más que por otra parte le estimulaba la gloria de ser el primero que con ejército hubiese pasado el Rhin. Echo, pues, en élun puente, sin embargo de ser sumamente ancho y llevar por aquella parte gran caudal de agua con una corriente impetuosa y rápida, que con los troncos y árboles que arrastraba conmovia los apoyos y postes del puente; pero oponiendo á este choque grandes maderos hincados en medio del rio, y refrenando la fuerza del agua que heria en la obra, dió un espectáculo que excede toda fe, habiendo acabado el puente en solo diez dias.

Pasó sus tropas sin que nadie se atreviese á hacerle resistencia; y como áun los Suevos, gente la más belicosa de Germania, se metiesen en barrancos profondos y cubiertos de arbolado, dando fuego á lo que pertenecia a los enemigos, y alentando y tranquilizando á los que siempre se habian mostrado adictos á los Romanos, se retiró otra vez á la Galia, habiendo sido de diez y ocho dias su detencion en Germania. La expedicion á Bretaña dió celebridad á su osadía y determinacion: porque fué el primero que surcó con armada el Océano occidental, y que navegó por el Atlántico, llevando consigo un ejército para hacer la guerra; y cuando no se creia que fuese una isla á causa de su extension, y era por lo tanto materia de disputa para muchos escritores, que la tenian por un puro nombre y por una voz de cosa inventada que en ninguna parte existia, se propuso sujetarla, levando fuera del orbe conocido la dominacion de los Romanos. Dos veces hizo la travesía á la isla desde la parte de la Galia que le cae enfrente; y habiendo en continuadas batalias maltratado á los TOMO IV.

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