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Plutarco.—Las vidas paralelas.

bieno. Habiéndose informado allí de que Escipion el suegro de Pompeyo había sido bien recibido del rey Juba, 7 que Apio Varo, designado pretor del Africa por Pompeyo, se hallaba con ellos, teniendo fuerzas á su disposicion, marchó por tierra en la estacion del invierno, conduciendo gran número de acémilas cargadas de agua, y llevando además mucho botin, carros y los que se llamaban psilos, que curaban las mordeduras de las serpientes, chupando con la boca el veneno, y que amortiguaban y adormecian á las mismas serpientes con encantamientos. Fué la marcha de siete dias continuos, y siempre caminó al frente de las tropas, sin usar de caballo ni de carruaje. Cenaba sentado desde el dia en que supo la derrota de Farsalia, añadiendo á las demas demostraciones de duelo la de no reclinarse sino para dormir. Habiendo pasado en el Africa el invierno, sacó á campaña sus tropas, que eran poco ménos de diez mil hombres.

Hallábanse en mal estado las cosas de Escipion y Varo, á causa de que por discordias y disensiones entre sí tenian que lisonjear y hacer la corte á Juba, que sin esto era insufrible por la gran altaneria y orgullo que le daban sus riquezas y poder: así es que habiendo de verse por la primera vez con Caton, puso su sitial en medio del de éste y el de Escipion; pero Caton luego que lo vió, tomando su sitial, lo pasó al otro lado, poniendo en medio á Escipion, no obstante que era su enemigo y habia publicado un libro en que se proponia difamarle. Mas á esto no lo dan ningun valor; y porque en Sicilia paseándoso tomó en medio á Filostrato en honor de la filosofia, por esto le censuran. Eotonces, pues, contuvo á Juba, que casi habia hecho sus sátrapas á Escipion y á Varo, y á éstos los reconcilió é hizo amigos. Deseaban todos que tomara el mando, y Escipion y Varo fueron los primeros que desistiendo de él, se lo cedieron; pero respondió que no quebrantaria las leyes cuando hacian la guerra al que las quebrantaba; ni se an-