Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo IV (1880).pdf/271

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
273
AGIS Y CLEOMENES.

su partido, lo encontró dispuesto á procurar de consuno persuadir á su madre, que era hermana de éste, y que por la muchedumbre de sus colonos, de sus amigos y sus deudores gozaba del mayor poder en la ciudad, y tenía grande intervencion en los negocios públicos.

Al oir ésta la proposicion, se asustó por lo pronto, pareciéndole que las cosas que Agis meditaba no eran ni convenientes ni posibles; pero tranquilizándola por una parte Agesilao con decirle que el proyecto era laudable y saldria bien, y rogándole por otra el Rey que no antepusiese los intereses á su honor y su gloria; pues que en riqueza no podia igualarse con los otros reyes, cuando los criados de los sátrapas y los esclavos de los procuradores de Tolomeo y Seleuco poseian más hacienda que todos los reyes de Esparta juntos; mas si oponiendo al lujo de éstos la moderacion, la sencillez y la magnanimidad, restableciese entre sus conciudadanos la igualdad y comunion de bienes, adquiriria nombre y gloria de un rey verdaderamente grande; de tal manera cambiaron aquellas mujeres de opinion, inflamadas por la ambicion de este jóven, y tan arrebatadas se sintieron como por una inspiracion hácia la virtud, que ellas mismas incitaban ya y estimulaban á Agis, y enviaban quien exhortara á los amigos, y quien hablara á las demas mujeres; mayormente sabiendo que los Lacedemonios son mandados por éstas más que otros algunos, y que más que sus negocios privados, comunican con ellas los negocios públicos. Pertenecía entónces á las mujeres la mayor parte de las riquezas, y esto era lo que mayores dificultades y estorbos oponia á los intentos de Agis; pues tenía por contrarias á las mujeres, á causa de que iban á decaer de su lujo, en el que por falta de virtudes tenian puesta su felicidad, y de que veian además desvanecérseles el honor y consideracion de que disfrutaban por ser ricas.

Dirigiéndose, por tanto, á Leonidas, le estimulaban á que, pues era el más antiguo, contuviera á Agis, y estorbara lo TOMO IV.

18