Hamándose en lengua latina la isla de entre los dos puentes.
Algunos refleren que esto sucedió, no cuando se consagró el campo de Tarquino, sino mucho tiempo despues cuando Tarquinia dedicó otro campo confinante con aquel.
Bra Tarquinia una virgen sagrada del número de las Vestales. Tuvo por esto grandes honores, de los cuales fué uno el que sola ella entre lodas las mujeres fuese admitida á ser tesligo; y habiéndosela decrelado el de que pudiera abrazar el estado del matrimonio, no lo aceptó: asi dicen que pasó esla fábula.
Desesperanzado Tarquino de recobrar por traicion la autoridad, acudió á los Tirrenos, que tomaron su causa con ardor, y le resliluian con grandes fuerzas. Conducian contra ellos los cóasules á los Romanos, y los formaron en dos lugares sagrados, de los cuales el uno se llamaba la Selva Arsia, y el otro el prado Eusevio. Cuando estaban para venir á las manos, Arron, hijo de Tarquiao, y el cónsal Bruto, viniéndose el uno para el otro, no por acaso, sino movidos de la enemistad y la ira, el uno como contra vn tirano y enemigo de la patria, y el otro para vengarse del destierro, dieron rienda á los caballos, y chocándose con más ira que juicio, no atendieron á cuidar de sus personas, y reciprocamente se mataron. Empezada con lan malos auspicios la petea, no fué su fin más dichoso, sino que causando y recibiendo iguales daños ambos ejércitos, los separó una tormenta. Estaba Valerio en gran condiclo, no sabiendo cuál era el término de la batalla; porque veia á los soldados muy desalentados por los muertos que habian tenido, y engreidos al mismo tiempo por los muchos que tambien habia tenido el enemigo: tan dudosa é igual venía á ser la inortandad en cuanto al námero! sina que á cada uno le confirmaban más en la idea de la derrota los muertos propios que veia, que no en la de la victoria los enemigos que sólo conjeturaba. Venida la noche cual correspondia que fuese para los que tales babian quedado de