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Plutarco.—Las vidas paralelas.

á Filisto, hombre ejercitado en la elocuencia, é instruidoen las artes de la tiranía, á fin de tener en él un contraresto contra Platon y la filosofia. Porque Filisto desde los primeros momentos de establecerse la tiranía se puso decididamente de su parte y defendió la ciudadela, habiendo sido largo tiempo comandante de su guardia. Corria además la voz de que tenía cierto trato con la madre de Dionisio el Mayor, no sin conocimiento de éste; pero despues que ocurrió que Leptines de una mujer que tomó para si estando casada con otro tuvo dos hijas, y dió la una en mujer á Filisto sin participarlo en ninguna manera á Dionisio, irritado éste, hizo poner en custodia y aprisionar á la mujer de Leptines, y desterró de la Sicilia á Filísto, el cual se acogió á unos huéspedes suyos orillas del Adriático; y allí, disfrutando de ocio, parece que fué donde compuso la mayor parte de su historia. Porque no volvió en vida de Dionisio el Mayor; sino que ahora despues de su muerte lo restituyó, como decimos, la envidia de estos otros contra Dion, por ser de su partido y un firme apoyo de la tiranía.

Vuelto Filisto, al punto se asoció á la tiranía; habiendo al mismo tiempo denuncias y acusaciones de otros contra Dion ante el tirano sobre que habia tratado con Teodotes y Heraclides de la destruccion de la tirania. Y á lo que parece, él esperaba poder despojar á ésta por medio de Platon cuando llegase de lo que tenía de demasiado despótica y desmandada, haciendo de Dionisio un imperante benigno y legitimo; mas si se resistia y no se ablandaba, tenia resuelto destruir su autoridad, y restituir á los Siracusanos su gobierno: no porque le agradase la democracia, sino porque la preferia á la tiranía; para los que no acertaban á establecer una aristocracia justa y saludable.

Este era el estado de los negocios cuando llegó Platon á Sicilia; y en el primer recibimiento se le hicieron los mayores honores y obsequios: porque al apearse de la galera