Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo V (1880).pdf/266

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
268
Plutarco.—Las vidas paralelas.

beza caliente: «¿Qué es esto, dijo, oh Esparamixes? De mayores y más preciosos dones de parte del Rey me hice yo digno en aquel dia.» Entónces Esparamixes, sonriéndose:

«Nadie te lo disputa, oh Mitridates, le contestó; pero pues dicen los Griegos que la verdad es compañera del vino, ¿qué cosa tan grande y tan brillante es, amigo mio, encontrarse en el suelo los arreos de un caballo, é ir despues á presentarlos?» Diciendo esto, no porque ignorase lo que habia pasado, sino para hacer se franquease ante los demas que se hallaban presentes, picaba así la vanidad de Mitridates, hablador ya y descomedido con el vino. Así es que, no pudiendo contenerse: «Vosotros, repuso, direis todo lo que querais de arreos y tonterías; lo que yo os aseguro sin rodeos, es que Ciro fué muerto por esta mano, porque no tiré como Artaguerses flojamente y en vano, sino que erré poco del ojo, y acertándole en la sien, y pasándosela, lo derribé al suelo, habiendo muerto de aquella herida.» Todos los demas, poniéndose ya en el fin de aquella conversacion, y viendo la desgraciada suerte de Mitridates, bajaron los ojos á tierra; y el que daba el convite: «Amigo Mitridates, dijo, bebamos ahora y comamos adorando el genio del Rey, y dejemos á un lado razonamientos que son sobre los que pide un banquete.» En seguida refiere el eunuco á Parisatis aquella conversacion, y ésta al Rey, el cual se indignó en gran manera, creyéndose desmentido y que se le hacía perder el más precioso y más dulce fruto de la victoria; porque estaba empeñado en hacer entender á todos los bárbaros y á los Griegos que en los encuentros y choques, dando y recibiendo golpes, él habia sido herido, pero había muerto á Ciro. Mandó, pues, que á Mitridates se le quitara la vida, baciéndole morir enartesado, lo que es en esta forma: tómanse dos artesas hechas de manera que se ajusten exactamente la una á la otra, y tendiendo en una de ellas supino al que ha de ser penado, traen la otra y la adaptan de