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Plutarco.—Las vidas paralelas.

que acompañaba á estas amistades tan disputadas y tan parecidas á las competencias amorosas de los reyes y los liranos!

Elegido por primera vez Arato general de los Aqueos, talo la Locride y la Calidonia vecinas; y habiendo de dar auxilio á los Beocios con diez mil hombres, no llegó á tiempo á la batalla en que éstos fueron junto á Queronea vencidos por los Etolios con muerte del beotarca Abeocrito y de mil Beocios más con él. Siendo general otra vez un año despues, tomó por su cuenta el proyecto del Acrocorinto, no para promover los intereses de los Sicionios ni de los Aqueos, sino con el objeto y la mira de arrojar de allí una tiranía comun á toda la Grecia en la guarnicion que tenian los Macedonios; porque si Cares el Ateniense, habiendo ganado una batalla contra los generales del gran Rey, escribió al pueblo de Atenas que habia alcanzado una victoria hermana de la de Maraton, no andaria errado el que á esta accion la apellidara hermana de la destruccion de la tiranía por Pelópidas Tebano y Trasíbulo Ateniense; y áun se aventaja á esta en no haber sido contra Griegos, sino para desterrar una dominacion dura y extranjera. Porque el istmo que separa los dos mares junta y enlaza en aquel lugar este nuestro continente; pero el Acrocorinto, monte elevado que se levanta del medio de la Grecia, cuando admite guarnicion se interpone y corta todo el país dentro del istmo al trato, al comercio, á las expediciones, y á toda negociacion por tierra y por mar; haciendo dueño único de todo esto al que allí manda, y con su guarnicion domina el territorio. Así parece que no por juego, sino con mucha verdad, llamó Filipo el Joven á la ciudad de Corinto grillos de la Grecia. Era, por tanto, para todos este lugar objeto de codícia y de disputa; pero más especialmente para los reyes y potentados.

El ánsia, pues, de Antígono por poseerle áun se dejaba atras los amores más furiosos, trayéndole en contínua so-