Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo V (1880).pdf/322

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
324
Plutarco.—Las vidas paralelas.

dos. Entonces viniéndosele á Arato á la memoria lo sucedido con la víctima, no pudo menos de echarse á reir, y refirió al Rey el portento y su explicacion. Pero esto ocurrió algun tiempo despues.

Luego que en Pegas se afirmaron los convenios con recíprocos juramentos, marcharon al punto contra los enemigos, y eran frecuentes los combates en los términos de Corinto, estando bien fortificado Cleomenes y defendiéndose valerosamente los Corintios. En esto Aristóteles de Argos, que era amigo de Arato, vino secretamente con mensaje para éste, proponiéndole que haria se le pasase aquella ciudad si queria marchar allá con tropas. Dió parte de ello á Antigono, y encaminándose por mar prontamente á Epidauro desde el istmo con mil y quinientos hombres, los Argivos, que ya ántes se habian puesto en rebelion, dieron sobre las tropas de Cleomones y las encerraron en la ciudadela. Cuando Cleomenes lo supo temió no fuera que ocupando los enemigos á Argos, le cortaran el paso á Esparta, y abandonando el Acrocorinto, en la misma no che marchó en auxilio de aquellas. Anticipóse de este modo á entrar en Argos, y allí consiguió rechazar á los enemi gos; pero acudiendo poco despues Arato, y dejándose ver el Rey con el grueso del ejército, se retiró á Mantinea. De resultas volvieron todas las ciudades á unirse á los Aqueos.

Antigono ocupó el Acrocorinto, y nombrado Arato general de los Argivos, les persuadió que hicieran donacion á Antígono de los bienes de los tiranos y de los traidores. En Ceneris, en tanto, atormentaron y ahogaron á Aristómaco, por lo que padeció mucho la opinion de Arato, diciéndose que con ser éste un hombre de no malas partidas, de quien él mismo se habia valido, y á quien había persuadido desistiese de la autoridad y que incorporase su ciudad con los Aquecs, á pesar de todo esto había mirado con indiferencia que se le quitara la vida injustamente.

Culpábasele ya de muchas cosas que sucedian, como de