Página:Lombroso El alma de-la mujer.djvu/10

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

GINA LOMBROSO IN nalidad de Lombroso sabio, como la de Lombroso padre, del hombre idealista tan singularmente alegre y entusiasta, no obstante las persecuciones que hubo de sufrir en su vida,

—Desde mi más tierna infancia—decíame en cierta ocasión que la interrogaba acerca de su vida—, hasta donde alcanzan mis recuerdos, no hubo para mí otra cosa que mí padre. Siendo todavía una niña, le acompañaba a la impren- ta, al laboratorio, al hospital, le ayudaba en sus experimen-- tos, le servía de secretario y de ayudante, le copiaba y resu- mía los libros, sacaba los tantos por ciento y trazaba esta- dísticas. ES . .

A fin de poderle entender y ayudarle mejor, estudié en las escuelas de chicos con intención de seguir luego la carrera de Medicina. Sólo que al terminar esos estudios preparatorios, me encontré con que no había matriculada ninguna estudian- ta en la Facultad de Medicina y no atreviéndome a ser la pri- mera me matriculé en la Facultad de Letras. Pero aquellos estudios eran muy distintos de los que hasta allí hiciera con mi padre y no me interesaban lo más mínimo. Por aquella época andaba yo muy ocupada con las historias de santos, pues mi padre se proponía escribir un libro sobre este tema en colaboración conmigo. Mi tesis del doctorado de Letras versó con efecto sobre la diferencia entre los santos de Orien- te y los de Occidente.

Terminados mis estudios de Letras, dediquéme a la Economía política, que estudiaba con Guillermo Ferrero. ¡Al mismo tiempo aurndábale también a mi padre a terminar el tercer tomo de El hombre criminal. Hice mi debut en las in- vestigaciones económicas con una estadística, fruto de una enquisa personal sobre las condiciones sociales y económicas observadas en un barrio de Turín. Había teni.

y o do aquel estu- to una gran repercusión; seguí por ese camino escribiendo unas cuantas Memorias sobre el analfabetismo en Italia, las

huelgas, la cuestión de las viviendas obreras, las leyes de pro- tección de la mujer y el niño, etc.

Durante este Hempo habíanse matric tas en la Facultad de Medicina, matriculeme yo también.

atriculado dos señort- y animada por su ejemplo