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EL ALMA DE LA MUJER 27 BORA Y SR ANILLO ODODEDADODEDA e

tendrá el pago y recompensa que merece y se casará con su adorado y tendrá muchos chicos.” :

En cambio, al hombre le dicen “que ha probado mil modos de coger a la Fortuna por los pelos, que no tardará en conseguirlo, que todo el mundo reconocerá su talento y será rico y poderoso.”

RAZONES DEL ALTRUISMO

Este altruismo no implica ninguna superioridad moral del uno o el otro sexo, pues tanto el Egoísmo como el Al-- truísmo, así entendidos, pueden inspirar generosidad, per- versidad, espíritu de sacrificio, virtudes y defectos, Trátase aquí de un Instinto que tiene sus profundas raíces en las di- ferentes funciones de ambos sexos,

No solamente en la especie humana, sino también entre los animales, observamos este fenómeno: el altruísmo de la hembra, su abnegación en aras de la especie.

Vemos a las flores hembras sacrificar sus pétalos que son sus ojos, y también como la boca que abren para sorber al mundo, a fin de que crezca mejor su simiente. Vemos a la mariposa reconcentrar su inteligencia para el mejor logro de los hijuelos que no ha de conocer y morir en la tierra húmeda, junto a las raíces de las plantas, allí donde no hay alimento para ella, pero donde puede depositar sus hueye- cillos en condiciones propicias para la vida de sus futuros vástagos.

Este altruísmo femenino es una necesidad de la especie. Si no estuviera dotada de él la hembra, no tardaría la especie en desaparecer, ya que el logro y crianza de los hijos presu- ponen un genitor, resuelto a sacrificar toda o parte de su existencia en beneficio de los nuevos seres y este genitor no- puede ser otro sino el genitor que crea: la hembra.

Pero este instinto de la hembra hállase relacionado a su vez con Otro instinto más alto y general, por cuanto es más inconsciente todavía y del que todos, sin distinción, par- ticipan: machos y hembras, jóvenes y viejos, el de lograr la- finalidad de la propia existencia.