— 145 —
reemplazan los actuales vigilantes. Por lo general eran gallegos; llevaban una lanza y un farol y recorrían su res- pectiva manzana, entonan- do, de cuarto en cuarto de hora, un canto monótono, que no pocas veces sobre- saltaba a los niños en me- dio de la noche; ese canto se reducía a decir la hora y anunciar el estado del tiempo:
Sereno.
Las once y cuarto han dado y sereno... Las once y media han dado y nublado... Las tres en punto han dado y lloviendo...
Tales eran algunos de los tipos más populares hace medio siglo y que han sido reemplazados por otros o han desaparecido a medida que el progreso los tornó inne- cesarios.
JUEGO ENTRETENIDO. — Si preparan ustedes alguna fiestita, ya sea en su casa ya en la escuela, y quieren presentarse a ella con trajes de fan- tasía sin hacer gasto alguno, los invito a que, observando las anteriores láminas prueben a disfrazarse así, utilizando para ello vestidos viejos y utensilios domésticos. Un poco de ingenio y habilidad en los trabajos manuales, bastarán para hacer, con cartón o papel, una barrica, y con algunas latas y otras cosas tan baratas y comunes como éstas, los acceso- rios necesarios.
