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Prestar pequeños servicios con amabilidad, y sin pedir nada en pago;
No fumar ni silbar;
Abstenerse de emplear en su lenguaje palabras groseras y vulgares;
No dejarse estar en las calles durante las horas de clase;
No jugar a los cobres ni a ningún otro juego que moleste a los tran- seuntes;
Xo maltratar a los animales ni irse a las manos con otros niños;
Respetar y hacer respetar l.s disposiciones de las autoridades de la ciudad.
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Un grupo de asociados que se propone hacer una colecta para adquirir cuadros con destino a la escuela.
Estas y otras medidas análogas fueron ensanchando el programa de la «Asociación patriótica infantil», cuyos miembros entendían trabajar de ese modo por el progreso de su patria.
Y en efecto, ¿a qué buen resultado se llegaría si todos los niños ayudaran en esa obra? Fácil es darse cuen- ta de que un pueblo donde el viajero se halla a gusto, pro-
