'¡Qué modelo tan emocionante!' susurró Hughie, mientras saludaba con la mano a su amigo.
'¿Emocionante?' grito Trevor, lo más alto que pudo. 'Debí pensar en ello. Mendigos como él no se encuentran todos los días. A trouvaille, mon cher, ¡Un Velázquez en persona! ¡Cielos, lo que Rembrandt daría por él!'
'¡Pobre viejo!' dijo Hughie, '¡luce tan miserable! Pero supongo, para tus pinturas, este rostro es una fortuna.'
'Seguramente', replicó Trevor, 'tú no querrías que un mendigo luzca felíz, ¿cierto?'
'¿Cuánto cobra un modelo por sesión?' preguntó Hughie, mientras encontraba un asiento confortable en un diván.
'Un chelín por hora'
'¿Y cuanto podrías obtener por tus pinturas, Alan?'
'¡Oh, por ésta puedo obtener 2000!'
'¿Libras?'
'Guineas. Los pintores, poetas y físicos siempre cobramos en guineas.'
'Bueno, pienso que el modelo debería tener un porcentaje', dijo Hughie, riéndose. 'El trabajo que hace es tan difícil como el tuyo.'
'¡Tonterías, tonterías! Mira la