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Los anales.—Libro II.

libertad, decía en contrario: «Que no había cosa excelente ó digna del pueblo romano, sino lo que se hacía delante de César: á cuya causa la junta de toda Italia y el concurso de las provincias debía ser reservado á su presencia.» Oyendo estas cosas Tiberio y callando, dado que se trataba con gran contención por ambas partes, fueron al fin diferidas.

Movióse después otra contienda entre Galo y César; porque Galo quería que cada cinco años se hiciesen los comicios ó juntas para la creación de los magistrados: quería también que los legados de las legiones (1), llegados á aquel grado en la milicia antes de ser pretores, estuviesen desde luego destinados para serlo, y que el príncipe nombrase hasta doce candidatos ó pretendientes para presentar en el discurso de los cinco años. No hay duda de que este voto penetraba más altamente en los secretos del imperio. Todavía discurría César como si por ello se le acrecentara autoridad, diciendo: «que era demasiado para modestia el elegir tantos y diferir tanto: que aun haciéndose la elección cada año era imposible dejar de quedar muchos descontentos y ofendidos, puesto que les quedase esperanza para el año venidero, bastante á consolarlos de la repulsa; ¿cuál sería, pues, el odio de aquellos que se viesen reprobados por cinco? ¿Cómo se puede antever el ánimo, la casa y la fortuna que han de tener, cuando tras tan largo tiempo (1) «Un general de ejército, dice Burnouf, aun cuando no hubiese sido más que pretor, se llamaba legatus consularis, de la misma manera que un comandante de legión se llamaba legatus prætorius, aun cuando no hubiese ejercido nunca esta importante magistratura. Así, pues, aquel grado era en algún modo asimilado á la pretura y hacía que, á su vuelta á Roma, pudiese el que lo tenía aspirar á ella. Ahora bien, si se hubiese nombrado á los magistrados por cinco años, como proponía Galo, se hubie ran tenido que diferir por este mismo espacio de tiempo las es peranzas de los tenientes, y como eso hubiera redundado en su daño, por eso pedía además que fuesen al propio tiempo designados pretores por el derecho mismo de su grado militar.»